La aromaterapia trata conjuntamente la mente y el cuerpo. El aroma de los aceites esenciales puede tener un potente efecto sobre las emociones, mientras que su química afecta al organismo.
El botiquín con aceites esenciales:
Los aceites esenciales resultan muy valiosos como herramientas de autoayuda, pues son muy eficaces en la prevención y en el tratamiento de muchas dolencias comunes, además de ser sencillos y fáciles de usar. Es bueno disponer en casa de los aceites más útiles, no es necesario tenerlos todos, a no ser que tengas mucho dinero!! Algunos como los aceites esenciales que se extraen de la flor, como el de rosa, el de jazmín... pueden llegar a ser muy caros. Piensa en la de pétalos y pétalos de rosa que se utilizan para sacar 1ml de aceite esencial... Por eso, si un aceite esencial de rosa, te cuesta muy barato, desconfía...
Además de los aceites, debemos tener una pequeña selección de cremas vegetales y aceites que sirvan de vehículo o base a los aceites esenciales, ya que sólo unos pocos se pueden aplicar directos sobre la piel. Los más importantes de estos últimos son la pomada o el aceite de Árnica, el aceite de almendras, el aceite de jojoba, el aceite de germen de trigo, el aceite de aguacate... Más adelante os pondré la lista de todos los aceites base.
Muchos aceites esenciales, además de emplearse en los primeros auxilios o para el tratamiento de dolencias comunes, también son perfectos para el baño, perfumes, ambientadores, para mezclar con cremas, champús, geles de baño... eso sí deben ser sin perfume. Incluso cuando se emplean únicamente con propósitos estéticos, siguen desempeñando un positivo papel preventivo y terapéutico.
Un pequeño botiquín de aceites aromáticos esenciales puede resultar sumamente eficaz en el hogar, el trabajo, de vacaciones o de viaje. El botiquín casero no debería carecer de 6 aceites esenciales:
Aceite esencial de espliego/lavanda: Muy versátil, aunque imprescindible para trastornos por estrés y molestias de la piel. Es calmante, sedante, antidepresivo, relajante, tranquilizante, equilibrador, reconstituyente, limpiador y purificante.
Aceite esencial de árbol del té: (es mi favorito y haré un apartado para él sólo, porque se lo merece...) Es insustituible antivírico, antiséptico, fungicida y estimulante del sistema inmunológico.
Aceite esencial de romero: Posee propiedades estimulantes y expectorantes. Es un tónico para el organismo.
Aceite esencial de manzanilla romana: Es relajante y antiinflamatorio, muy adecuado para niños.
Aceite esencial de menta piperita: Alivia los trastornos digestivos, náuseas, la indigestión, los problemas respiratorios y el dolor de cabeza.
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